Desde 1987, el 31 de mayo de cada año la Organización Mundial de la Salud celebra el Día Mundial sin Tabaco, cuyo objetivo consiste en señalar los riesgos que supone el consumo de tabaco para la salud y fomentar políticas eficaces de reducción de dicho consumo.
La celebración de este día es una oportunidad para destacar mensajes concretos relacionados con el control del tabaco y fomentar la observancia del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. ( CMCT ). uno de los tratados internacionales con mayor aceptación: ratificado por 168 Partes.
Al encender un cigarrillo se producen sustancias que son transportadas por el humo hacia nuestros pulmones, otras pasan a la sangre produciendo daño en varios órganos del cuerpo. Dentro de estas sustancias están la nicotina, el alquitrán y otros agentes cancerígenos, además de un gas bastante tóxico, que es el monóxido de carbono.
Debido a esto, el consumo de tabaco tiene un efecto perjudicial incuestionable sobre la salud. La mortalidad del fumador es 80 por ciento más elevada que en los no fumadores, también tienen mayor riesgo de padecer enfermedades como bronquitis, cáncer de pulmón, enfermedades del corazón, cáncer de esófago y de estómago.
Sin duda, los fumadores están expuestos a un mayor número de enfermedades, por lo que deben tomar precauciones respecto a su alimentación. El cigarrillo quita el apetito, por lo que muchos de los fumadores prefieren comida rápida antes que alimentos frescos y sanos. Por ejemplo, es común que el desayuno de un fumador sea un café con pan y galletas, seguidos rápidamente de un cigarrillo, en vez de consumir leche o fruta fresca.
Alimentos para los fumadores
Se debe aumentar el consumo de productos frescos como vegetales y frutas que México produce. La leche y los derivados lácteos también deben incrementarse, así como las carnes y pescados preparados al horno o a la plancha.
Como el cigarrillo disminuye el apetito, se deben preparar comidas sabrosas y tentadoras con una presentación agradable a la vista. Los fumadores que llevan mucho tiempo fumando deben realizar periódicamente dietas de desintoxicación con abundantes líquidos.
Lo que se debe evitar es el consumo de alimentos ricos en grasa saturada, ya que aumentan el colesterol. Para cocinar se deben preferir los aceites vegetales como el de oliva o el de girasol, y descartar la manteca y las grasas de origen animal.
Así mismo, se debe limitar el consumo de alimentos fritos como milanesas o papas fritas. El café, té y las bebidas carbonatadas y alcohólicas son compañía habitual del cigarrillo, y en grandes cantidades son perjudiciales, por lo que se debe limitar su consumo.
Los niños son especialmente vulnerables a los efectos del tabaco. Según la OMS, alrededor de 250 millones de los niños que están vivos morirán a causa del tabaco.
Además, cuando una mujer embarazada fuma, el feto debe ser considerado pasivo, los componentes del cigarrillo atraviesan la placenta, provocando diversas alteraciones e incluso muerte súbita.
EL DATO
Los hijos de padres fumadores padecen en mayor proporción de infecciones respiratorias, crisis asmáticas y otitis que los hijos de padres no fumadores.